MI TESTAMENTO

En la tarde previa a mi operación, mientras iba reuniendo las fuerzas para terminar de escribir mi testamento,tenia la sonda nasogástica y todos los cables alrededor y así en medio de ellos venían a mi mente y se agolpaban en mi corazón lo que quería para los que amaban,intentaba sobreponerme a lo que era una forma de despedida.Fue un momento doloroso porque las probabilidades de resistir eran muy pocas, le entregué el sobre cerrado a Marita, mi amiga, quien lo guardó dejando a un lado su pena, tan solo procurando que yo estuviera tranquila. Resistí la operación y el cáncer regresó al poco tiempo totalmente agresivo, en medio de todo lo que significó esa «segunda vez» con 0 %de probabilidades, decidí afrontarlo con lo que no tiene que ver con diagnósticos ni probabilidades, con el profundo amor de los que me rodeaban, con el que yo tengo en el alma, esa esperanza de escuchar los ruidos del nuevo dia, con los pajaritos por la ventana, el sol, el viento , el panadero, los olores del café y motivos simples para sonreír y hacer sonreír. En cada parte del proceso había pruebas que superar y yo quería «vivir», con Vivir no hablo de un tiempo determinado sino del momento en que sigues permitiendo que tu espíritu siga presente y brille. Enfrentar mi vida así no es que me haga inmune a todo lo dificil que pasó, a la adaptación a una vida distinta con muchos cambios, pero puedo decir con absoluta certeza que me dieron la fortaleza y el entendimiento de la verdadera felicidad,de mi propia capacidad de crearla para mí y para otros y puedo decir que vivo este tiempo extra escribiendo con mi vida el testamento más importante que pueda dejar:una vida de amor que inspire esperanza y sonrisas .

ROMINA ROJAS B.